“Desde hace ya varios años he sentido el llamado y la necesidad de compartir con otros toda la información, la experiencia y la ilusión por nuestro instrumento: La Guitarra. He tenido la suerte de aprender con grandes maestros, como Joaquín Clerch, Antonio Alberto Rodriguez o Leo Brouwer. Pero lo cierto es que nunca fue de manera continuada y frecuente. Esto ha tenido como punto negativo, el no contar en muchas ocasiones con la información necesaria para solucionar los problemas con los que me fui encontrando a lo largo de mi formación. Por lo que me tuve que crear mi propia manera, equivocándome muchas veces y teniendo que replanteármelo todo. Buscando información fuera de lo guitarrístico, de otros colosos como el piano, el violín o el Cello, escuchando mucha música, tanto clásica como popular. Analizando partituras orquestales y componiendo desde temprana edad, leyendo mucho, viendo cine, danza contemporánea, las artes plásticas que me viene de familia, etc, Recordaba los consejos de mis maestros e intentaba aplicarlos a otros repertorios, los principios básicos de digitación y técnica, imagen musical, estilismo, la conexión con lo otro, ese estado inexplicable y misterioso pero que seguramente todos en mayor o menor grado hemos tenido acceso alguna vez, el conocimiento de uno mismo a través del arte y el hecho sonoro. Esta soledad ha tenido como positivo, el permitirme
experimentar tanto los aciertos como el proceso de lograr salir de caminos erróneos.